Quiero hacer una...funda para el didgeridoo.

Bueno, en realidad puede tener más utilidades, yo la he pensado para guardar el didgeridoo y que no se estropee en las veces que lo he transportado. Pero también serviría para una cometa o incluso para una sombrilla de playa.

Mi didgeridoo en su funda.

Lo primero es poneros en antecedentes. Muchos seguro que os preguntáis que es un didgeridoo, pues se trata de un instrumento musical de origen australiano fabricado en madera maciza (por lo que pesa lo suyo...). Seguro que lo habéis oído pero no sabíais ponerle nombre, tiene un sonido muy característico.

Os preguntareis: ¿en qué momento se le ocurre a alguien aprender a tocar semejante artilugio?.

Pues tampoco tengo una explicación, es un sonido que siempre me encantó y un buen día me compre uno en eBay y me puse a practicar, es complicado de tocar, pero bueno, eso es otra historia.

Al tema.

Quiero hacer una...escultura...Agosto.

Esta es una escultura que hice hace unos años, y debido a que Agosto , que es como se llama, está teniendo buena acogida en nuestro blog hermano hagoloquehago , he decidido colgarla aquí también ya que es un buen ejercicio de manualidades.

¿La idea?

Fue un regalo que le hice a una amiga que me pidió algo hecho por mi, y poco a poco cobró forma en mi mente y tuve que sacarla.

Empezó como la figura de una mujer envuelta completamente de cuerda, pero me fueron surgiendo más ideas y acabados hasta que predominó la figura de la mujer sobre la cuerda que la envolvía.

La escultura está realizada en papel maché, arena de playa y cuerda de cáñamo.

Quiero hacer una...mesa para el comedor.

Bueno, en realidad más que hacer una mesa os voy a dar una idea para reconvertir una mesa de Ikea que suele usarse de escritorio para que haga las veces de mesa de comedor.

Resulta que queríamos una mesa para el comedor de casa pero, como no, la que te gusta es la que cuesta un ojo de la cara y el momento no está para alardes de mobiliario.

Teníamos la mesa por casa y se usaba de escritorio, pero la verdad es que por el tamaño del tablero empezamos a verle otra utilidad, pero el problema es que con las patas que tenía resultaba difícil que pudiera usarse por comensales por todos sus lados.